Importante caso se da en Chubut, contra la apropiacion de tierras por parte de grupos econòmicos, en este caso los Benetton.

"Ellos avanzan, donde ven un lugar desocupado lo agregan, porque tienen dinero para alambre; es un verdadero feudo, un cáncer en la Patagonia, inadmisible para estos tiempos"

informe relacionado:
"Venden la Patagonia por Internet"
http://www.patagoniaargentina.8m.com/venta/internet.htm

---------------

13-04-04

(tomado de Cronica)

Cuestionan propiedad de Benetton sobre 900.000 hectáreas en la Patagonia

La propiedad de 900.000 hectáreas de tierras entre Chubut y Río Negro, por parte de la compañía Benetton, será cuestionada como parte de la defensa de una familia mapuche que ha sido denunciada por el grupo empresario, que acusa a Atilio Curiñanco y su familia de haber usurpado tierras que, asegura, son de su propiedad. El abogado defensor de la familia, Gustavo Macayo, asegura que la tenencia de esa gran magnitud de territorio sería de origen irregular.
En agosto de 2003, Curiñanco y Rosa Nahuelquir ocuparon un predio desocupado desde tiempos inmemoriales, según relató Macayo, en el predio denominado 'Santa Rosa', en el paraje Leleque.
La familia se asentó en el lugar con un permiso verbal del Instituto Autárquico de Colonización, ya que posteriormente le iniciarían un permiso de ocupación precaria de la tierra. Sin embargo, días después sobrevino la denuncia del grupo Benetton, ante el juzgado del juez José Colabelli, de Esquel.
El magistrado, actualmente suspendido en funciones mientras afronta un juicio de destitución por un violento allanamiento sobre una familia mapuche en el paraje Vuelta del Río, ordenó entonces el desalojo de los Rúa Nahuelquir Curiñanco.
Comenzó así el litigio legal que tendrá a una familia mapuche enfrentando a uno de los grupos empresarios más importantes del mundo, instancia en la que se pondrá en discusión no sólo la propiedad del predio en cuestión, sino la tenencia del inmenso territorio de Benetton en la Patagonia.

Antecedentes

Según recordó Macayo a Crónica, que había publicado el caso meses atrás, el origen de la cesión de tierras se remonta al año 1896, cuando el presidente José Evaristo Uriburu le cede a la Compañía Argentina de Tierras del Sud un total de 10 estancias, de 90.000 hectáreas cada una, ubicadas en el entonces territorio nacional que hoy alcanza a las provincias de Chubut y Río Negro.
"Benetton ha presentado una fotocopia muy borrosa de esa escritura -relató Macayo-, que se hizo en una escribanía de Buenos Aires: es algo muy dudoso, creemos que esa donación ha sido inexistente".
En el año 1983, la Compañía Argentina habría cedido la gran extensión de tierras, entre las que se contaría la estancia Leleque, en favor de Benetton: "Suponemos que esto es así, pero no tenemos certeza -añadió Macayo-, porque al tratarse de una sociedad anónima, es imposible conocer a sus integrantes".
Lo concreto es que en base a la copia de la escritura del año 1896 presentada por Benetton, el juez Colabelli ordenó el desalojo de la familia mapuche, que ya había trabajado la tierra y establecido plantaciones de maíz, frutilla y otros cultivos.
Además de la supuesta inexistencia de la donación, en la defensa Macayo alega otra serie de irregularidades, como la falta de mensura de las estancias en cuestión, por lo que no se conocen con exactitud sus límites.
"Ellos avanzan, donde ven un lugar desocupado lo agregan, porque tienen dinero para alambre; es un verdadero feudo, un cáncer en la Patagonia, inadmisible para estos tiempos", expresó.
Además, en el juicio se cuestionará el hecho de que las tierras en cuestión están en manos de una sociedad anónima, algo que en la normativa provincial está prohibido, porque se desconoce al beneficiario y se considera a la tierra como un bien social.
En el juicio, que comenzará el 7 de mayo, Benetton buscará probar que Curiñanco ha usurpado sus tierras, mientras que la defensa buscará atacar la potestad de la compañía sobre el vasto territorio:
"Les hemos advertido que, si los mapuches siguen adelante con esta demanda, en unos cuantos años podrían perder hasta las 900.000 hectáreas, pero Benetton no quiere ceder -concluyó Macayo-: la recuperación de estas tierras sería un acto de reparación histórica".
                                                                                                                                                                                                                                                                                                   

volver